“Y los tuyos edificaran las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantaras, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de viviendas en ruinas”
DIOS nos ha encomendado la tarea de reconstruir, de producir cambios morales y espirituales en los hogares, retomar los valores que han sido sumergidos por el afán y la ansiedad de este mundo, para todos aquellos que han dejado de lado lo que en un principio creían, por correr o ir en pos del “éxito” de este mundo. Olvidando a DIOS, principio de todas las cosas y punto de partida de todo aquello que deseamos iniciar.
Nuestro anhelo es que así como DIOS despertó este interés en nosotros, que cada uno pueda detenerse en la carrera personal, poder mirar alrededor y dentro de si mismo, que pueda mirar su entorno y les duela el hecho de que somos objeto de burla, de oprobio y hasta de vergüenza por causa del enemigo que siempre quiere tener el control de nuestras vidas.
Que cada uno pueda dejar las frivolidades de este mundo, el facilismo, el conformismo, y se levante a pelear la buena batalla de la fe. Donde las promesas y los planes de DIOS para nuestra vida se hacen realidad, se cumplen en el si, y en el amen.
Debemos entender que DIOS tiene un plan maravilloso para nuestras vidas y si lo que estamos viviendo no abarca ese plan, es por que algo no esta funcionando como EL lo diseño. Muchos hijos de DIOS se han salido de sus planes, pensando que les puede ir mejor, como le sucedió al hijo prodigo. Lc 15:11
Es tiempo de ser osados, atrevidos, aguerridos. Al punto de que enfrentemos al enemigo y luchemos. Volvamos a la senda antigua al propósito de DIOS. Hagámoslo por nosotros por nuestros hijos, por nuestras familias, por esta tierra hermosa que el Señor nos dio, para que nos señoreáramos de ella.
Con este sueño en nuestro corazón como lo es la restauración de las familias, a través del conocimiento de DIOS y el establecimiento de CRISTO en cada corazón, se crean grandes objetivos, metas que alcanzar en nuestra congregación. ¿Quienes lo harán?, ¿Cómo? Es por esto que deseamos trabajar en conjunto, teniendo el conocimiento tanto de lo que tenemos, como de lo que deseamos alcanzar.
El primer objetivo es formar obreros servidores con compromiso y pasión en lo que están haciendo. Si somos llamados restauradores de hogares, es necesario que sirvamos en familias, unidos, cada servidor personalmente será restaurado, reedificado y de esa manera poder ir y restaurar a otros. Debemos formar servidores, que estén claros con la visión, que tengan los mismos sueños, que puedan dar testimonio de que, lo que están haciendo funciona.
Por esto todo, lo que se enseña a los hogares debe ser impartido personalmente en cada servidor. Esto da convicción de que lo que están haciendo es real.
El desafío personal es muy importante, esto nos impulsa a crecer, madurar y desarrollar nuestra confianza en DIOS y nuestra dependencia de EL.
Tenemos la tarea de reparar los portillos y de reedificar lo que esta en ruinas, para esto debemos someternos a diferentes cambios, mientras servimos en la restauración cada servidor deberá dejarse moldear por DIOS, sensibilizarse con respecto al prójimo, crecer en cuanto a los dones y habilidades, ayudar a que en cada etapa de reconstrucción nazcan nuevos servidores.
Culminando cada etapa podremos ver el trabajo en la obra y cuanto hemos avanzado, la obra es grande y extensa pero nosotros tus hijos nos levantaremos y edificaremos.
El inicio de la primera etapa será enfocado primordialmente al crecimiento personal en cada uno de los involucrados, formación de nuevos lideres, no todos querrán participar en el trabajo de reconstrucción; pero una vez vistos los resultados se irán integrando muchos. La segunda etapa se enfocara en la consolidación del trabajo realizado en la primera etapa, creación del compromiso personal de cada creyente con DIOS y la introducción de los restaurados a la iglesia.
Con un cuerpo de Cristo capacitado para recibir a sus hermanos podremos ver que el trabajo de restauración es eficiente, Contamos con seis meses para la restauración de cada sector. Una vez cumplida esta etapa la iglesia deberá estar lista para mantener a sus hijos a través del discipulado personal y la clase 101 de membrecía.
La visión abarca dos etapas donde podremos ver el desarrollo tanto de servidores, como de nuevos creyentes, nuestro objetivo no solo abarca el crecimiento de la iglesia, sino el crecimiento de cada una de las personas que se involucren en la restauración, esto traerá como resultado lógico el crecimiento de la membrecía y del compromiso con DIOS. Hemos sido objeto de burla por mucho tiempo lo que ha producido que las iglesias estén deshabitadas, una vez restaurados los muros, volveremos a poblarlas como resultado de la misma restauración.
Los triunfos nacen cuando nos aventuramos a comenzar y hacer algo nuevo, renunciando a la seguridad humana y nos arriesgamos a depender de DIOS.
La gente se siente más cómoda en una rutina conocida, siguiendo estrategias, que en las turbulentas aguas del cambio, muchos tenemos la tendencia a encontrar una rutina cómoda y quedarnos en ella. A veces las cosas son tan sencillas y simples que olvidamos ponerlas en practica. Hogares Admirables puede ser parte de este cambio que muchos estamos esperando entonces “Levantémonos y Edifiquemos”.